TEST DRIVE DE LA TOYOTA HILUX EN EL DESIERTO DE ATACAMA
Partí mi travesía en Calama con la Toyota. Una camioneta grande, imponente que como lo presentía, tiene una excelente estabilidad y obvio, visibilidad impecable. Con su motor de 2.4, tiene una caja de 5 cambios, diesel obviamente, y un rendimiento adecuado para el gran monstruo que es.
Su motor es muy eficiente, el puesto de conducción es excelente, te sientes a tus anchas para andar por las calles.
Camino a Atacama, se portó bien en las curvas, subidas y bajadas. Pero su frenado no me dejó conforme, y no, no soy alguien que exceda la velocidad por andar en esta 4×4.
Su tracción trasera me encantó, un diferencial trasero realmente bueno. Para off road es una de las mejores, por eso allá donde andaba, región minera, había una por donde miraras.
Si te gustan los accesorios o el confort, y es más importante para ti que lo mencionado anteriormente, éste no es tu vehículo. No tiene una pantalla digital, como prácticamente todos los city-sub-sedán. Esta camioneta no se gasta los millones que cuesta en eso. No tiene climatizador, los asientos sonaban un poco con la barra antivuelco (cabe mencionar, que era un vehículo arrendado, ocupado para minería), pero la seguridad y estabilidad que te da, lo compensan al 100%.
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